El suave chapoteo del agua acaricia su madera, el sol relame su figura agrietando la pintura, dejándola desnuda ante la inclemencia del tiempo, pero ella sigue, balanceándose suavemente, a la espera de salir a pescar.
El suave chapoteo del agua acaricia su madera, el sol relame su figura agrietando la pintura, dejándola desnuda ante la inclemencia del tiempo, pero ella sigue, balanceándose suavemente, a la espera de salir a pescar.
ResponderEliminar